De pronto se vuelve gratificante ver a otros sacar el lado que deseabas hace tiempo.
El coraje que se debe tener es impresionante, por eso nunca deseé ese oficio... O tal vez sí, pero jamás sería capaz de llevarlo a cabo.
Por ahora me conformo con mirar desde la gradería, con ojos expectantes sobre todo, pero que no se le ocurra mirarme a los ojos... en ese momento dejo de poner atención.
Veo que tienen un cierto parecido. Tal vez encontré la cara de locura... ahora me imagino que sé un poco más cómo tratarte; es lo que espero, aunque según mi análisis de anoche he concluido que te admiro, más de lo que te entiendo. Podría llamarlo un desafío.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario