Me gustaría pensar que algún día realmente llegaremos a un acuerdo justo, donde los precios de las universidades no sean los mismos que el sueldo mínimo, ni el sueldo mínimo, lo mismo que puede pagar una persona por su arriendo mensual, mientras quienes lo designan, ganan treinta veces más... Sin contar sus beneficios, por supuesto.
No sé que tendría que pasar para que logren entender que se trata de algo tan básico como el sentido común.
Estoy segura que si cualquiera de los que no quiere dar su brazo a torcer, hubiese tenido que inscribir a sus hijos en colegios públicos, estaría ahora marchando junto a todos, pero el problema es que ni siquiera los más humildes se atreverían a optar por la educación pública.
No es posible que se pueda comprar el acceso a la universidad. En qué momento el que estuvo a cargo no entendió que luego de un colegio público el siguiente paso debería ser la educación superior pública. En qué momento no se dieron cuenta que incluso con una beca no les alcanza para materiales, en qué momento el que estuvo a cargo dejó de velar por los intereses comunes y comenzó a preocuparse sólo del pequeño círculo que le rodea. Realmente quiero pensar que cuando dejen de pensar tanto en su propio bien y actúen de acuerdo a quienes representan, el escenario podría cambiar.
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